La farola que funciona con basura, con compuestos orgánicos o con la caca de perro que algunos señores no quieren retirar de las calles ya que su orgullo es más grande que su civismo, mataría al menos tres pájaros de un tiro:
- El problema de gasto energético del alumbrado público, gasto que repercutiría directamente en el bolsillo de los vecinos de la ciudad o pueblo (mira que estas cosas las veo más para pueblos que para grandes ciudades).
- El problema de la emisión de gases para la producción de electricidad, siempre y cuando se producese de forma sucia como las actuales centrales que insisten en perpetuar, esto sí que sería energía renovable.
- El problema, ya comentado, de la gestión de residuos en este caso orgánicos, que tendría una finalidad bien clara, incluso los sobrantes de la quema para producir la electricidad se pueden usar para compost y abonar campos.
El autor de la lámpara que funciona con el metano de los residuos orgánicos es un tal Haneum Lee (¿puede ser este?) y parece que ha sido un proyecto (desde 2009 todo hay que decirlo) que aún no he encontrado si se está llevando a cabo en algún lugar del mundo, por lo que si conocen de algún sitio que lo estén experimentando, ruego lo dejen en comentarios ;)
El futuro en este caso está cerquita.
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